“Un grupo de investigadores de California logra hallar una nueva técnica de reproducción con células madre para evitar la desaparición de algunas especies”
Todos hemos escuchado en algún momento que muchas especies están desapareciendo o se encuentran en serio peligro de extinción. Entre las principales causas, destacan el llamado cambio climático, la contaminación, la deforestación… todo derivado del maltrato y descuido sometido por el ser humano. Los animales no tienen las armas que tenemos nosotros para poder protegerse ante esto, así que hay que echarles una mano ante la inminente extinción de algunos de ellos.
Se ha abierto una ventana gracias a la incipiente investigación llevada a cabo por el Instituto de Investigación Scripps de California respecto al mundo de las células madre. Tomando muestras de la piel de dos especies (el mandril y el rinoceronte blanco) ha logrado producir células capaces de convertirse en cualquier célula especializada como espermatozoides u óvulos. La bióloga encargada de la investigación, Olivia Ryder, pensó que las células madre de especies en peligro de extinción podrían permitir el surgimiento de terapias médicas o la posibilidad de conservar o ampliar la diversidad genética, ofreciendo nuevas posibilidades de reproducción.
Esto es una gran noticia porque gracias a la mejora en este tipo de técnicas de reproducción “in vitro” se abre la puerta a incrementar la diversidad genética de los animales amenazados y mejorar la salud de las poblaciones con mayor riesgo de desaparición. Esperemos que este tipo de avances con células madre continúe para poder asegurar el futuro de especies tan enigmáticas como el tigre blanco, el oso panda, el koala o el lince ibérico, que están en una situación crítica.
Más concretamente, en referencia con los estudios realizados, se ha estimado que el mandril es una de las especies de mamíferos con mayor riesgo de desaparición de África. Su número se está viendo reducido a consecuencia del comercio de su carne y la destrucción de hábitats. El caso de los rinocerontes es aún peor: de una población estimada de más de 2.000 ejemplares en 1960 se ha reducido hasta siete ejemplares vivos en la actualidad. Y dos de ellos viven en el zoo en el que trabaja Ryder. El último nacimiento de un ejemplar de esta especie ocurrió en el año 2000.
En este punto de la investigación, los científicos ya están estudiando la posibilidad de producir óvulos y espermatozoides a partir de células madre como una posible solución a los problemas de infertilidad humana. La investigación con seres humanos aún está en pleno proceso, así que aún es pronto para sacar conclusiones. De todas formas, parece que los avances con células madre siguen su curso y esta vez para ayudar a los más débiles.
Fuente: El Mundo.
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