En esta historia noticiosa, hablaremos de Eric Lyons, quien ha estado sufriendo una Lesión Cerebral Traumática (LCT) que ocurrió en 2017. Eric vive no solo para sí mismo y su familia, sino también para más de 50 niños en Camboya como fundador de Hope for the Silent Voices, una organización sin fines de lucro que trabaja para llamar la atención y proporcionar recursos a los niños y adolescentes gravemente descuidados, desfavorecidos, maltratados y abandonados en Phnom Penh, Camboya.
Antes de la lesión, Eric se esforzaba por lograr objetivos concretos todos los días, con fe en sus metas, sueños y ambiciones. Anteriormente, tenía un estilo de vida deportivo que incluía boxeo tailandés, baloncesto, fútbol americano, disfrutar de actividades al aire libre y viajar a muchos países. Debido a su estilo de vida aventurero en las últimas décadas, tuvo muchos accidentes, tanto leves como graves. También estuvo en un accidente automovilístico importante. Posteriormente, se creyó que todas estas incidencias le habían causado lesiones acumulativas en el cerebro, a un nivel perceptible.
Sus médicos le explicaron que una lesión cerebral es como el goteo de agua en un vaso, poco a poco… antes de que el vaso se llene, el paciente puede no reconocer nada significativo, pero el daño ya existe. Una vez que la última gota llena el vaso, actúa como un catalizador y muestra los resultados de todos los daños. En el caso de Eric, golpeó fuertemente su frente contra el marco de una puerta en 2017. Comenzó a perder gradualmente su capacidad cognitiva, su movimiento físico, incluida la memoria y la habilidad para organizar sus pensamientos y convertirlos en palabras. Perdió sus habilidades de lectura al perder la capacidad de enfocar su ojo izquierdo durante 5 meses. Incluso durante ese período, no podía caminar en línea recta. En ese momento, Eric se consideraba solo el 15% de la persona que era antes de la lesión.
Eric se inscribió en una clínica cerebral en Dallas, Texas, donde cumplió con 23 de los 24 criterios de inclusión. Durante 2018, pasó por más de 100 sesiones de neurofeedback, además de terapia de oxígeno hiperbárico y terapia craneosacral. La conexión entre el cerebro y el cuerpo de Eric mejoraba a medida que tenía un mejor equilibrio corporal, visión, memoria y capacidad motora. Sentía que estaba al 70% de su capacidad total.
¿Y qué hay de ese 30% que faltaba? Aquí es donde comienza la historia de las células madre.
En este punto, Eric aún no había recuperado completamente su memoria y no podía trabajar durante más de 30 minutos seguidos. Se dio cuenta de que su eficiencia completa aún no se había recuperado. Especialmente, seguía sin tener control emocional, lo cual consideraba muy importante, ya que trabajaba principalmente con personas muy sensibles. Durante el período de tratamiento con neurólogos, abrió su mente en busca de otros protocolos alternativos de tratamiento para recuperar su capacidad cognitiva completa.
Eric descubrió que las infusiones de células estromales mesenquimales (MSC) eran una opción de tratamiento para lesiones cerebrales, pero que a menudo se administraban en clínicas no reguladas, lo que implicaba riesgos. Escuchó a personas que estaban a favor y en contra de este tratamiento. Eric decidió investigar y aprender sobre el tratamiento con células madre. Debido a sus dificultades para leer y analizar, confió en la ayuda de sus aliados y pasó cinco meses revisando artículos científicos y datos de ensayos clínicos sobre el tratamiento con células madre para trastornos neurológicos. Descubrió que no solo había ensayos clínicos con MSC para lesiones cerebrales como la que él sufrió, sino también ensayos clínicos que mostraban mejoras en pacientes con accidentes cerebrovasculares, autismo y enfermedad de Alzheimer.
Eric siempre se sintió afortunado de estar rodeado de personas notables que siempre lo apoyaron. Habló con un amigo en Tailandia que conocía el tratamiento con células madre y finalmente lo puso en contacto con un hospital de medicina funcional en Tailandia en 2019. En el hospital, Eric comenzó nuevamente su viaje de pruebas cerebrales y preguntas sobre el tratamiento con células madre hasta que todo quedó claro en su mente. Se sintió tranquilo al saber que las células provenían de una instalación que tenía la acreditación AABB para células somáticas y que venían con un Certificado de Análisis que mostraba todos los resultados de las pruebas de control de calidad. Eric se sometió a tres semanas de tratamiento en el hospital de Tailandia. Recibió un total de 220 millones de MSC de cordón umbilical, principalmente mediante inyección espinal para que las células pudieran sortear la barrera hematoencefálica y aliviar los daños existentes en cada lóbulo de su cerebro. Además de las MSC, su protocolo de tratamiento incluía sesiones simultáneas de terapia física para promover la conexión entre músculos y nervios. Los análisis posteriores al tratamiento mostraron una mejora drástica.
Vida Actual
Las partes faltantes de la vida normal ya no preocupan a Eric. Ha recuperado la mayoría de sus habilidades y cree que lo que ha logrado después del tratamiento es mucho más de lo que esperaba. Ahora puede trabajar eficientemente durante períodos más largos, tiene equilibrio emocional y ha podido retomar el estilo de vida que tenía antes de su accidente.
Fuente: https://parentsguidecordblood.org/en/news/recovery-traumatic-brain-injury-mesenchymal-stromal-cells
Deja tu comentario