“Hablamos muchas veces de sus beneficios pero, ¿sabemos realmente en qué consisten los trasplantes de células madre?”

Al hablar de un trasplante nos referimos a la sustitución de algún órgano o tejido dañado del organismo, por otro sano y que pueda cumplir las funciones básicas a las que estaba destinado el órgano o tejido original. Dentro de los tejidos, los más frecuentes son la sangre y las células madre, aunque éste último aún suene como algo lejano y desconocido para muchos.

Los estudios más importantes sobre celulas madre comenzaron a principios del siglo XX. Con las novedades y entusiasmo de la nueva era, también en el terreno médico se exploraban nuevos campos. Pero no fue hasta entrada la Segunda Guerra Mundial cuando se empezó a plantear el trasplante con células madre de la fuente más rica encontrada hasta el momento: la médula ósea. Con el tiempo se comprobó su eficacia y comenzaron también los tratamientos para otro tipo de dolencias, como enfermedades de la sangre y trastornos degenerativos, como las lesiones cerebrales. Además se exploró la posibilidad del trasplante autólogo de células madre, poco visto en materia de trasplantes (uno no puede trasplantarse a sí mismo su riñón, pero si, por ejemplo, su piel).

Hace más 20 años los ensayos comenzaron con otra de las fuentes principales de células madre: las de cordón umbilical, de las cuales ya hemos comentado en otros artículos las ventajas. Desde entonces, todos estos estudios con sus grandes avances y resultados, han dado lugar a la conocida Medicina Regenerativa, cuyo estandarte son las células madre. Gracias a todos los especialistas en este campo, que están ayudando a salvar muchísimas vidas y responder incógnitas sobre tratamientos para algunas enfermedades.

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