El cordón umbilical une la placenta de la madre con el ombligo de su hijo. Será el vínculo por el cual la madre le pasará los nutrientes esenciales y el oxígeno, consiguiendo que su hijo crezca sano. Esta unión termina con el nacimiento del bebé, el cordón umbilical se corta y se sujeta con una pinza de plástico, que evita el sangrado del mismo. Esta parte del niño carece de terminaciones nerviosas, y pese a que puede ser un foco de infección importante, el bebé no sentirá la pinza ni los cuidados al cordón.

El trozo de cordón se desprenderá del bebé a los diez o veinte días desde su nacimiento, y tardará otros tres o cuatro días más en cicatrizar. Aunque, claro está, no podemos generalizar este plazo a todos los bebés, por ejemplo, el cordón de los niños nacidos por cesárea suele tardar más tiempo en caerse. La cicatriz que deja la caída del cordón es el ombligo.

En un principio, el cordón adquirirá un color gris nacarado con textura gelatinosa, pero con el paso de los días se irá secando para dejar paso a un color oscuro y acabará cayéndose.

El cordón umbilical del bebé debe estar bien cuidado para prevenir la infección umbilical y las complicaciones derivadas de curas erróneas, fomentando el bienestar del lactante.

A continuación os indicamos los cuidados básicos para el cordón umbilical de nuestro hijo antes y después de que este se haya desprendido:

Tras la higiene del niño, (que mientras tenga el cordón umbilical será mediante esponjita húmeda, ya que no podemos sumergirlo en la bañera) lo sacamos bien, prestando especial atención a la zona del ombligo. Con una gasa impregnada en alcohol de 70º (utilizamos este, en lugar del de 90º, por ser más suave con la piel del bebé)  curaremos el ombligo y la parte del cordón sujeto con la pinza, evitando tocar mucho la gasa (la cogeremos por las cuatro esquinas).

Estas curas las realizaréis dos o tres veces al día y siempre que se manche la zona con orina o defecaciones.

Una vez desprendido el cordón, debéis continuar con las curas de alcohol durante dos o tres días más, hasta que la herida cicatrice.

Si notáis alguno de estos síntomas en el bebé debéis llevarlo al pediatra:

  • Si la caída del cordón umbilical se retrasa más de cuatro semanas.

  • Si sale líquido amarillo, o con pus del ombligo.

  • Si el leve sangrado se produce de manera constante y/o abundante.

  • Si el cordón umbilical desprende mal olor.

  • Si después de la caída del cordón umbilical queda alguna zona enrojecida y brillante.

No temáis por este delicado momento, pues la matrona en el hospital os enseñará como realizar los primeros cuidados, y en caso de duda siempre podréis preguntar al pediatra.