La hora de los deberes puede llegar a ser una pesadilla para los niños y para los padres. Después de todo el día en el colegio llegar a casa y ponerse a hacer deberes resulta difícil, y si no se siguen unas pautas y un orden, puede llegar a ser imposible.

Es muy importante que los niños duerman bien por la noche, un mínimo de 8 horas son fundamentales para que aguanten todo el día motivados, de buen humor y atentos.

Antes de ponerse a hacer los deberes es fundamental una buena y sana merienda, si se ponen a estudiar con el estómago vacío se pasarán la tarde pensando en el bocadillo o harán paradas que alargarán los deberes hasta la noche.

Debéis elegir un lugar de estudio sin distracciones que puedan despistar al niño. Evitar que este cerca de una televisión u ordenador. Buscar un sitio que tenga buena luz y con poco ruido. No llenéis la mesa de libros y papeles, intentar que este lo mas ordenada posible e ir sacando de la mochila los libros que vayáis a usar para cada ejercicio.

Debéis estar cerca mientras vuestro hijo/a haga los deberes, seguramente tenga un montón de dudas y se distraerá con una mosca, por lo que debéis estar atentos y motivarlos para que no se desanimen. Eso sí, no le atosiguéis. Si quiere abandonar debéis hablar con el y explicarle lo importante que son los estudios y que quien saldrá perdiendo es el, tiene que entender que es su responsabilidad.

Podéis fijar un horario para los deberes ya que así irá cogiendo hábitos de estudio que le ayudarán a planificar su tiempo mucho mejor.

Los profesores os pueden ayudar mucho, hablar con ellos es importante ya que os ayudarán a saber en que asignaturas flaquea mas vuestro hijo/a y como podéis ayudarle a mejorar.

Y por último, no olvidéis que los niños tienen que tener un tiempo para disfrutar! Apuntarles a clases extraescolares, dejarlos jugar con los amigos al terminar el cole … ellos también necesitan su ratito!