Un tratamiento celular experimental ha logrado que el 90% de los niños y adultos con leucemia linfoblástica aguda (LLA) que habían recaído varias veces o no habían respondido a las terapias estándar pudiera controlar este cáncer hematológico. La terapia personalizada celular, CTL019, ha sido desarrollada en la Escuela de Medicina de Perelman en la Universidad de Pennsylvania y los resultados, que se publican en «The New England Journal of Medicine» y han sido catalogados como «sin precedentes».
Los nuevos resultados, basados en los preliminares presentados en diciembre de 2013, incluyen los datos de los primeros 25 niños y adultos jóvenes (de 5 a 22 años) tratados en el Hospital Infantil de Filadelfia y los primeros cinco adultos (de 26 y 60 años) atendidos en el Hospital de la Universidad de Pennsylvania. En total, 27 de los 30 pacientes que han participado en los estudios han logrado una remisión completa, un término similar a la curación, después de recibir una infusión de sus propias células inmunes, y el 78% de los pacientes estaba vivo a los seis meses del tratamiento.
Algunos de los pacientes que participaron en los ensayos habían recaído hasta como cuatro veces, explica Stephan Grupp, del Hospital Infantil de Filadelfia, incluyendo a aquellos, un 60%, cuyo cáncer regresó incluso después de un trasplante de células madre. « Sus cánceres eran tan agresivos que no tenían opciones de tratamiento; por eso, las respuestas duraderas que hemos observado con la terapia CTL019 no tienen precedentes».
Células cazadoras
La terapia experimental CTL019 comienza con las propias células T de un paciente; éstas se recogen a través de un proceso de aféresis similar a la donación de sangre y a continuación se reprograman a través de una técnica de transferencia genética que ‘ enseña ’ a las células T a atacar y destruir las células tumorales. Las células modificadas resultantes contienen una proteína similar a anticuerpo conocido como un receptor quimérico antígeno (CAR), que está diseñado para unirse a la proteína CD19 que se encuentra en la superficie de células B, incluyendo las células B tumorales que características varios tipos de leucemia.
Una vez que se han obtenido las células que los investigadores han llamado «cazadoras» (por su capacidad de atacar y destruir las células tumorales), se vuelve a transfundir al paciente, donde se multiplican y atacan a las células cancerosas. Además, gracias a la manipulación del antígeno CAR, los investigadores hacen que las células se multipliquen rápidamente hasta forma un ‘ ejército de células cazadoras ’ dispuestas a la matanza de las células tumorales. De hecho, los test han mostrado que por célula trasplantada pueden crecer hasta más de 10.000 nuevas en cada paciente.
Efectos adversos
A fecha de hoy, 19 pacientes en el estudio se mantienen en remisión, 15 únicamente con esta terapia, incluyendo un niño de 9 años que fue el primer paciente en recibir la terapia hace más de dos años. Todos los pacientes que recibieron células «cazadoras» CTL019 experimentaron un síndrome denominado de liberación de citoquinas (CRS) a los pocos días después de recibir sus infusiones -un indicador clave que las células modificadas habían comenzado proliferar y a eliminar las células tumorales en el cuerpo-. En algunos casos, 22 de 30 pacientes, el síndrome fue de leve a moderado, que incluye diversos grados de síntomas parecidos a la gripe, con fiebre alta, náuseas y dolor muscular, mientras que 8 pacientes desarrollaron un cuadro más grave, que requirió tratamiento para la presión arterial baja y dificultad para respirar. Todos los pacientes se recuperaron totalmente de este síndrome.
Las pruebas de todos los pacientes que experimentaron una remisión completa también mostraron que sus células B no cancerosas normales, que también expresan la proteína CD19, se habían eliminado junto con sus tumores. Los investigadores señalan que la ausencia persistente de células B normales después del tratamiento CTL019 indica actividad continua de las células T modificadas genéticamente, lo que se cree que podría proporcionar a largo plazo una actividad similar a una vacuna para la prevención de la recurrencia del tumor, señalan los investigadores.
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