Los proyectos de investigación que dirige Eduard Battlé en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona se centran en el cáncer colonorrectal, y fundamentalmente en enteder cómo un tumor se reproduce con el efecto de metástasis. Así lo ha explicado el galardonado con el Premio Nacional Doctores Diz Pintado en la Universidad de Salamanca.
Battlé ha comentado que un 40% de las personas que sufren este tipo de cáncer morirá debido a la metástasis que aparece sobre todo en el momento del diágnóstico, pero también después de la terapia. Así ha destacado que “somos medianamente buenos curando el tumor primario, pero las terapias contra las metástasis no funcionan”. Así, en su equipo de trabajo han descubierto varios aspectos clave.
El primero de ellos es que el tumor contiene una población de células madre, “hemos aprendido que los tumores se regeneran utilizando los tejidos normales y la célula madre tumoral es capaz de regenerar, son células resistentes a la quimioterapia”. Este descubrimiento les permite investigar qué genes son claves para desarrollar nuevas herramientas para regenerar.
En segundo lugar las células madre tumorales una vez que se diseminan “necesitan comunicarse con su entorno y pervierten ese entorno del hígado y de los pulmones”, explica el investigador, a lo que añade que “en el fenómeno de metástasis la mayoría de las células cancerígenas que llegan van a morir y por ello siguen una señalización para relacionarse con células normales”.
Así, han descubierno que interrumpiendo dicha señalización “somos capaces de bloquear el fenómeno de metástasis y lo hacemos con drogas que ya están en el mercado”, afirma Battlé. “Midiendo en el tumor primario una serie de genes somos capaces de predecir si el paciente va a desarrollar metástasis o no después de la terapia” y así se puede ofrecer un mejor seguimiento o terapia a los enfermos que tienen riesgo de desarrollar metástasis.
Llegada a las clínicas
Pese a que el camino para llevar algo a las clínicas es lento, según afirma el propio investigador, confía en que el test pueda estar funcionando en un plazo aproximado de 5 años “si validamos su uso clínico”. Respecto a si se puede aplicar a otros tumores que no sean el colonorrectal, Battlé afirma que están investigándolo actualmente.
El cáncer colonorrectal es el primer cáncer con 30.000 nuevos diagnósticos cada año, por ello es una prioridad tanto en investigación como para las farmaceúticas.
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