“La aplicación de células madre autólogas en trasplantes sigue su curso, ampliando las posibilidades de tratamiento con éxito”

Hace algunos años parecía prácticamente imposible las noticias que tenemos hoy en día: la posibilidad de curar algunas enfermedades como la diabetes, la leucemia o incluso ayudar a regenerar el tejido del corazón después de un infarto, parecían tan lejanas como la luna. Pero tal y como los científicos pudieron alcanzar la misma luna, la opción de los tratamientos con células  madre sigue alcanzando límites insospechados; y aún las investigaciones no han concluido.

La enfermedad de Crohn (poco conocida fuera del ámbito médico), es una enfermedad que suele afecta a jóvenes a partir de los 18 años hasta los 40. A pesar de que la mayoría de la gente no haya oído nunca hablar de ella, es importante saber de qué se trata, ya que en España de diagnostican alrededor de 2.000 casos al año.

Este mal, es una enfermedad que afecta a todo el sistema digestivo, aunque en la mayoría de los casos la zona más afectada es el intestino delgado y el inicio del intestino grueso. Consiste en una inflamación de esta zona producida por la intolerancia del sistema inmunológico a su propia flora intestinal. Las consecuencias de esta inflamación son desde la diarrea, el dolor abdominal, vómitos, náuseas, fiebre, malestar…etc. Por ello es tan difícil su diagnóstico, porque se suele confundir con otro tipo de dolencias derivadas del sistema digestivo.

Prácticamente toda la sociedad ha padecido en algún momento algún tipo de afección en el sistema digestivo, por lo que se pueden imaginar la incomodidad y cómo puede afectar al paciente padecer la enfermedad de Crohn. La vida cotidiana de los enfermos está muy condicionada por la enfermedad. En el caso de los niños, aparte de que tengan serias dificultades cuando llega la hora de la comida, también puede verse afectado su rendimiento escolar y su estado de ánimo.

Cuando hablamos de tratamientos, aún hay cierto estancamiento. Por ejemplo, se opta por el uso de corticoides y fármacos para controlar la inflamación. En el 70% de los casos se requiere cirugía, es decir, extirpar la parte de intestino dañada. Como este tipo de tratamiento es muy agresivo para el paciente (en ocasiones hay que extirpar buena parte del intestino o incluso todo el colon), está abierta la puerta a otro tipo de soluciones.

El Hospital Clinic de Barcelona comenzó la andadura del uso de células madre para tratar a este tipo de pacientes. Básicamente se centra en sustituir las células dañadas por otras sanas del mismo paciente (autólogas). Los trasplantes realizados han tenido un gran éxito, demostrando que más del 80% de los pacientes trasplantados se encuentran en fase de remisión total de la enfermedad. Siendo este tipo de tratamiento carente de agresividad y de efectos secundarios para el paciente, supone otro de los logros de la medicina regenerativa.

Esto es una gran noticia. No obstante, los avances continúan entorno a otras enfermedades, sin dejar de mirar hacia atrás viendo todo lo que se ha conseguido hasta ahora.

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