La sangre de cordón umbilical se utilizó en Europa por primera vez en 1988 para el trasplante de células madre generadoras de sangre. En aquel momento, en Europa se practicaban relativamente pocos trasplantes de células madre ( menos de 5.000 ). Sólo a partir de 1990 se registran datos de forma sistemática.

En 2006 se habían contado en Europa ya más de 25.000 trasplantes de células madre. En el 83% de los casos, las células madre se extrajeron del mismo paciente o de familiares cercanos. Para el 17% de los pacientes se recurrió a donantes no emparentados.

De esos 25.000 trasplantes de células madre en Europa, unos 200 fueron de sangre de cordón umbilical, pero a escala internacional se contabilizaron un total de 7.000 trasplantes de sangre de cordón umbilical.

En ese momento aún se consideraba que la sangre de cordon umbilical sólo debía utilizarse cuando no se había podido encontrar a un donante adecuado de médula ósea. Sin embargo, en comparaciones realizadas entre células madre de médula ósea y las de la sangre de cordón umbilical, los resultados habían sido igual de buenos.

El año 2007 marca un giro importante a favor de la sangre de cordón umbilical. Por primera vez, un estudio realizado en Estados Unidos*, demostró que las células madre de sangre de cordón umbilical dan un resultado considerablemente mejor en los índices de supervivencia a 5 años (60% frente al 38%). La condición para ello era que en la selección del donante se consideraron los mismos criterios estrictos que para donantes de médula ósea respecto a la compatibilidad (identidad HLA).

En estudios anteriores no se habían tenido en cuenta los mismos criterios, ya que con las células madre de sangre de cordon umbilical se toleran bien de 1 a 2 desviaciones, al contrario que con las células madre de médula ósea.

Las especiales características de las células madre de sangre de cordon umbilical son las que les otorgan sus enormes ventajas:

  • obtención sin riesgo alguno y disponibilidad inmediata tras conservación en frío.
  • sin cargas víricas o influencias mediombientales.
  • enorme capacidad de división celular.
  • capacidad de “crecimiento” unas diez veces superior tras el trasplante.
  • multiplicidad de células precursoras para distintos tejidos.
  • gran cantidad de células T reguladoras, que previenen patologías de inmunodeficiencia.

El futuro desarrollo es ya previsible y en Estados Unidos y Japón puede observarse ya una tendencia: la sangre de cordón umbilical, como fuente de células madre de primera elección, sustituirá paulatinamente a la de la médula ósea en las próximas décadas.

En el marco de la medicina regenerativa, aumentarán las indicaciones para la aplicación de células madre propias.

Avances hasta el momento: Infórmese aquí hbspt.cta.load(115439, ‘4a1a09b6-21f8-4a3e-b6dd-b2f491c5aeed’, {});