Hoy, 29 de octubre, se celebra el Día Mundial del Ictus, un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una región determinada del cerebro.

En nuestro país, 130.000 personas sufren un ictus cada año. Según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (GEECV-SEN), es la primera causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los hombres. Y además, la primera causa de discapacidad en personas adultas.
Actualmente, son muchas las investigaciones y terapias con células madre que se están llevando a cabo para tratar a las personas afectadas por un ictus.
Este es el caso de Maricarmen, que gracias a un innovador tratamiento con células madre ya puede hacer casi vida normal y poco a poco está aprendiendo a hablar de nuevo. Dicho tratamiento, realizado por el neurólogo Francisco Moniche, del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, consistió en emplear las propias células de la médula ósea de la paciente para acelerar la recuperación de la zona del cerebro afectada por el ictus.
Como afirmaba el experto, “este tratamiento aún se está estudiando y no se puede utilizar en todos los pacientes. Está en lo que denominamos estudio fase II, en el que se analiza y valora la seguridad del tratamiento, que ya ha sido demostrada, y faltan otras fases para que se pueda hacer en todos los enfermos con ictus isquémicos discapacitantes”. El equipo de Francisco Moniche ya ha tratado a 29 pacientes en Sevilla y ha demostrado que el autotrasplante de células de médula ósea es seguro, pues las células son del paciente y no hay rechazo.
Otro estudio, es el dirigido por investigadores del Centro Médico de la Universidad de Stanford (EE.UU.), que ha demostrado la seguridad y eficacia de la terapia con células madre en el tratamiento del ictus. En esta ocasión, los expertos realizaron un pequeño agujero en los cráneos de los pacientes anestesiados e inocularon las células “SB623” en diversos sitios de la periferia de la zona dañada. Tras este procedimiento pasaron una noche en el hospital y volvieron a sus casas. Gracias al seguimiento que realizaron a los pacientes, los investigadores observaron la falta de efectos secundarios asociados a la terapia con células madre y la recuperación de los mismos.
Por otra parte, y como ya publicamos en nuestro blog, investigadores de la Universidad del Sur de Florida se han centrado en demostrar cómo células de la sangre del cordón umbilical tienen efectos positivos sobre las neuronas después de un ictus cerebral. Y en nuestro país, investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), ya demostraron en 2015 que las estrategias reparadoras basadas en terapia celular son una vía eficaz para la recuperación de las personas afectadas por un ictus.
Actualmente son muchas las enfermedades que pueden tratarse con células madre. Si deseas más información sobre la conservación de células madre ponte en contacto con nosotros.
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