Las células madre de cordón umbilical tienen en la actualidad numerosas aplicaciones. Pueden ser destinadas a trasplantes autólogos, es decir, trasplantes donde se emplea la sangre de cordón del propio paciente. En este caso, sirven para curar enfermedades como leucemias agudas o crónicas, linfomas no Hodgkin (Tumor de Burkitt), aplasías medulares adquiridas, neuroblastomas, sarcomas de Ewing, el meduloblastoma o tumores germinales.

Por otra parte, si se trata de trasplantes alogénicos, cuando se emplea la sangre de un donante compatible como, por ejemplo, un hermano, las células madre de cordón umbilical ayudan a curar enfermedades como la leucemia linfoblástica aguda, los síndromes mielodisplásicos, linfomas, anomalías de los eritrocitos heredadas, trastornos en proliferación de las células sanguíneas, trastornos mieloproliferativos, trastornos en fagocitos o trastornos del sistema inmunológico hereditario. También, se emplean en la curación del cáncer en médula ósea, de las hemoglobinopatías, de trastornos metabólicos heredados u otros trastornos hereditarios.

Además, se han realizado ensayos clínicos con sangre de cordón del paciente donde se han realizado aplicaciones terapéuticas como la regeneración miocárdica en cardiopatías isquémicas, la neurorregeneración en Alzheimer, Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica y Huntington, la diabetes infantil de Tipo I, la enfermedad de Crohn o la parálisis cerebral.

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