Evitar la pérdida de visión que se da en muchas personas diabéticas es un objetivo viejo de la medicina. Hasta ahora no existe un tratamiento curativo de la retinopatía diabética y la solución pasa por tener bien controladas las cifras de glucosa en sangre y, si se tiene diabetes, tener un buen control de esta enfermedad. No obstante, la vía para encontrar una cura para este problema ocular podría pasar por los tratamientos con células madre.

Ese es el objetivo de un proyecto de la Universidad de Queens de Belfast que acaba de recibir seis millones de euros de la Unión Europea para ponerlo en práctica. Se trata de utilizar células madre adultas procedentes de la médula ósea de donantes e inyectarlas en las personas con retinopatía diabética para que vayan reparando los vasos sanguíneos de sus ojos.

En la actualidad, hay millones de personas diabéticas en todo el mundo que están en riesgo de perder su visión debido a este problema denominado retinopatía diabética. Se produce cuando se mantienen cifras altas de azúcar en sangre que temirnan alterando y bloqueando el flujo sanguíneo, lo que genera un daño en la retina y conduce a un deterioro de la visión que, de no tratarse, puede derivar en ceguera.

En el proyecto de Queens, denominado estudio REDDSTAR (por sus siglas inglesas de ‘administración de células del estroma para reparar el daño diabético’), además de los investigadores de la Universidad de Queens, participarán expertos de Alemania, Holanda, Dinamarca, Portugal y Estados Unidos.

“Los tratamientos actualmente disponibles para la retinopatía diabética no son siempre satisfactorios, además muchos de ellos tienen efectos secundarios. Una novedosa alternativa terapéutica es emplear células madre adultas para promover la regeneración de los vasos sanguíneos de la retina y, por tanto, prevenir y/o revertir la retinopatía diabética”, ha señalado en un comunicado Alan Stitt, director del Centro para la Visión y Ciencia Vascular en Queens y principal investigador de este proyecto.

“Queremos aislar una población muy definida de células madre y, entonces, distribuirlas por sitios del cuerpo que han sido dañados por la diabetes. Algunos pacientes pueden beneficiarse mucho si las células madre se utilizan para reparar los vasos sanguíneos de sus retinas. Este es el primer paso hacia una nueva y excitante terapia en un area donde se necesita desesperadamente”, concluye Stitt.

Vía: El Mundo