En verano pasamos muchas horas con nuestros peques en la playa o la piscina. Estar pendientes en todo momento es fundamental. Debemos tomar una serie de precauciones para que, tanto peques como mayores, disfrutemos de un buen baño.

Nuestros hijos nunca pueden estar en el agua sin supervisión de un adulto, siempre a la vista y a una distancia máxima de un brazo.

Es muy importante que los niños aprendan a nadar, flotar y desenvolverse en el agua desde bien pequeños, de esta forma reduciremos los riesgos. Pero no podemos bajar la guardia. Además, debemos explicarles cómo tienen que comportarse, pues para ellos la piscina es un juego.

Los flotadores, tablas, manguitos, son elementos de seguridad adicionales pero no debemos confiarnos. Lo primero y principal es asegurarnos de que todos estos accesorios son de calidad y están homologados convenientemente, y ponérselos antes de que se metan en el agua. Para los bebés podemos comprar portabebés o bañarnos con ellos en brazos. También tenemos que llevar cuidado con los juguetes acuáticos o hinchables. Siempre tienen que estar avalados por los controles de seguridad de la Comunidad Europea.

No olvides ponerle una buena protección solar a tu peque, evita las horas centrales del día y si el agua está muy fría, mójale primero los pies y muñecas.

¡Sigue estos pequeños consejos y disfruta del verano!

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