Si hay algo típico de los embarazos son los antojos. Los antojos son un apetito especial que no se puede satisfacer con un sustituto, son urgentes y producen una satisfacción especial.
A pesar de que se han realizado numerosos estudios científicos para hallar la causa que provoca antojos en las mujeres embarazadas no se ha llegado a una conclusión empírica.
Se llegó a creer que respondían a una llamada de atención de nuestro organismo, de modo que si teníamos falta de proteínas se nos antojaba comer más carne roja, sin embargo, se ha demostrado que esto no es real y que los antojos no responden a una necesidad fisiológica aunque sí podrían relacionarse con la actividad cerebral, por ejemplo, no es raro que en mitad de la noche nos de antojo de chocolate ya que nuestro bebé se está alimentando constantemente y se puede experimentar una bajada de glucosa al llevar varias horas sin ingerir alimentos. La proximidad entre las áreas del cerebro implicadas en el gusto y las que reciben los impulsos nerviosos originados en el útero durante el embarazo y el ciclo menstrual pueden provocar que los primeros se activen a la vez que las segundas, produciendo esos antojos.
Al rico antojo
Abarcan toda clase de comida, desde dulces, como el chocolate, a salados, como los pepinillos. Es posible que durante el embarazo se te antojen sabores que antes no soportabas o te resultaban indiferentes.
El reloj no importa
Los antojos pueden producirse a cualquier hora del día, incluso por la noche, y en cualquier estadio del embarazo, llegando a afectar a 3 de cada 4 mujeres embarazadas.
Cumpliendo una función
Los antojos producen distintas satisfacciones como calmar un ansia que la futura mamá está experimentando, un viaje a la infancia en la que nos obsesionábamos con un objeto o alimento y sólo conseguirlo nos aplacaba esa necesidad inmediata. Aquí también entra en juego el futuro papá, de manera que nuestro antojo no sólo se ve satisfecho sino que al ser complacido por nuestra pareja lo consideramos como un acto de amor hacia nosotras y nuestro futuro bebé.
Caprichos sí, pero con cuidado
Es bueno satisfacer los antojos que se producen durante este periodo, sin embargo debemos controlar la ingesta de alimentos que hacemos bajo esta condición ya que, en ocasiones, el capricho no supone sino la aversión hacia algún alimento en concreto. Mantener una alimentación equilibrada durante todo el embarazo es vital para madre e hijo.
Algunos de los antojos más comunes entre las futuras mamás son el chocolate, los helados, el hielo, las galletitas saladas, las patatas fritas, limones, alimentos picantes, queso o pepinillos.
Cómo controlamos los antojos
Un buen desayuno evitará que aumenten tus antojos y ansias por algún determinado tipo de alimento.
Practicar alguna actividad física reduce la ansiedad y, gracias a la segregación de endorfinas (la hormona de la felicidad) mejorará tu estado emocional.
Déjate mimar, como futura mamá experimentarás cambios hormonales que pueden incrementar tus antojos, nada como sentirse querida y segura para alejar la incertidumbre y el estrés que nos puede impulsar a comer más.
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