Las mascotas son un miembro más de nuestra familia, perros, gatos o roedores nos acompañan en nuestros buenos y malos momentos como fieles compañeros que se convierten en indispensables miembros de la familia.

Sin embargo, cuando nos quedamos embarazadas es normal preguntarnos si tenemos que tomar alguna precaución especial o podemos seguir comportándonos con naturalidad con nuestra mascota.

Hoy os traemos algunas recomendaciones para que sigáis con vuestra vida sin renunciar a ese miembro de la familia que tanto queréis y sin poner en riesgo vuestra propia salud o la del bebé.

Perros

Los perros pueden transmitir parásitos a la futura mamá que, en la mayoría de ocasiones, resultan inofensivos, sin embargo una visita al veterinario nos garantizará que no hay riesgo alguno. Del mismo modo no está de más comentarle a nuestro ginecólogo que tenemos un perro en casa, ya que nos dará algunas recomendaciones para no comprometer la salud de madre e hijo.

Evitar que salte sobre nuestra barriga, los lametones o recoger los excrementos son algunas de las cosas que debemos tener en cuenta para evitar posibles complicaciones en nuestro embarazo.

Gatos

La toxoplasmosis es una infección causada por un parásito y que puede ser transmitida por los gatos. Éstos eliminan el parásito a través de sus excrementos y los humanos podemos contraerla al limpiar la arena sanitaria de nuestra mascota o cuando tocamos la tierra o plantas del jardín (si nuestro gato ha pasado por ahí). No obstante, esta enfermedad también puede ser contraída al ingerir carne poco cocinada, especialmente de cerdo, cordero o venado.

Si convivimos con un gato, lo primero que debemos hacer es asegurarnos que hemos pasado la enfermedad (como en casi todos los casos al superar una enfermedad nos autoinmunizamos contra ella), del mismo modo que con los perros, una visita al veterinario nos confirmará que todo está en orden.

La toxoplasmosis puede no desarrollar síntomas en algunas personas, sin embargo, en embarazadas puede ocasionar defectos de nacimiento en el bebe (como ceguera, hidrocefalia, prematuridad, bajo peso) o incluso un aborto espontáneo.

Para evitar contagiarnos debemos pedir a un familiar o persona cercana a nosotros (no embarazada) que limpie la arena sanitaria del gato a diario, así como evitar que nuestra mascota salga de casa y acercarnos a gatos callejeros. Evitar ingerir carnes poco cocinadas y lavar minuciosamente los utensilios de la cocina.

Roedores

Tener en casa ratones, hámsters o conejitos de indias puede plantear un problema cuando nos quedamos embarazada ya que estos animales pueden ser portadores del virus de la Coriomeningitis linfocítica que puede causar graves defectos congénitos al bebé o incluso el aborto.

La forma de contagio se produce por el contacto con la orina, sangre, saliva, excrementos o materiales de anidación del roedor por lo que es recomendable mantener a estas mascotas en una parte separada de la casa o incluso pedirle a un familiar o amigo que nos lo cuide durante el embarazo.

Nuestros mejores amigos no tienen por qué dejar de formar parte de la familia si seguimos las recomendaciones de nuestro ginecólogo y controlamos tanto su salud como la nuestra propia.

Si estás embarazada y quieres conservar las células madre de tu bebé ponte en contacto con nosotros. Nuestro equipo de expertos estará encantado de atenderte.

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