Como publica “ elaandalucia.es ”: el Instituto de Neurociencias de Alicante, que se encuentra a la espera de los resultados de un ensayo en fase II, constata que la terapia celular tiene efectos neuroprotectores y antiinflamatorios en los pacientes con Esclerosis Lateral Amiotrófica ( ELA).

En el simposio “Investigación clínica en terapias y ensayos clínicos en ELA”, Salvador Martínez, del Instituto Neurociencias de Alicante, ha afirmado que “por el momento, hemos demostrado que hay un efecto de neuroprotección, es decir, hay más neuronas motoras espinales en los segmentos medulares en los que hemos trasplantado las células ”. Además, los efectos observados en los modelos animales los han reproducido en humanos, “por lo que podríamos asumir que los efectos claramente beneficiosos que hemos visto en animales serían esperables en humanos enfermos de ELA”.

Como explica Salvador Martínez, con el fin de buscar una explicación a una mejora en la radiología funcional de la corteza motora en los pacientes operados, hemos estudiado los posibles efectos antiinflamatorios de las células y los hemos encontrado de forma muy significativa”. En este caso, las células han disminuido considerablemente la inflamación en la médula espinal, por lo que las neuronas espinales y los axones de las neuronas piramidales que atraviesan la zona trasplantada experimentan mejoras evidentes. “Así conseguimos un efecto combinado: neurotrófico y antiinflamatorio”.

Por otra parte, los expertos están a la espera de los resultados clínicos de dos ensayos.

El primero, que se encuentra en fase II, se centra en el trasplante intraespinal/intratecal aleatorio con placebo de células autólogas de médula ósea y está dando resultados muy claros en los hallazgos anatomopatológicos y radiológicos. Según Martínez, es posible que, debido a  la heterogeneidad de la enfermedad y su curso irregular (diferente en cada uno de los pacientes), no se pueda observar con claridad un gran efecto positivo en la evolución clínica de las personas tratadas. Sin embargo, “esperamos que el ensayo muscular, en el que los parámetros que observamos están más claramente diseñados y no son dependientes de la subjetividad del enfermo, nos permita tener datos más concluyentes “.

En este punto, detalla que debido a los diferentes factores que influyen en cada paciente, “es posible que estemos haciendo algo beneficioso, pero no lo suficientemente contundente para que llegue a ser apreciable clínicamente. Creo que tenemos todavía mucho trabajo por delante en terapia celular de ELA“.

El segundo ensayo se centra en el trasplante intramuscular de células autólogas de médula ósea, y tiene como objetivo detener la neurodegeneración a nivel periférico, a través de los efectos neurotróficos e inflamatorios de las células de médula ósea del propio paciente actuando en la médula espinal o en el músculo. Los experimentos realizados ya han demostrado que son posibles en animales.

Por último, uno de sus compañeros, Diego Pastor, de la Universidad Miguel Hernández de Elche, resalta que “el reto en el campo de la investigación básica es tomar los conocimientos conseguidos en el ensayo clínico para desarrollar experimentos con el objetivo de incrementar la eficiencia terapéutica “.

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Fuente e información: http://bit.ly/ela-terapia-celular