¿Que sucedería si una madre necesitara la muestra de sangre de cordón umbilical de su bebé para tratar una enfermedad y alegase que nunca fue informada de la posibilidad de guardarla? La falta de información, probablemente, no eximiría de responsabilidades ni a los profesionales que llevaron su embarazo, ni a la institución donde fue “controlado”.

Con independencia de las responsabilidades, ¿no es un derecho de cualquier ciudadano, recibir información veraz y suficiente para tomar una decisión, con conocimiento y libertad? ¿No es lógico y prudente que cualquier madre gestante deba ser informada sobre las opciones actuales para las células madre de la sangre del cordón umbilical de su bebé?

Por esto no debe sorprendernos que la información sobre la utilidad del la sangre procedente del cordón umbilical, esta contemplada en la ley en 23 estados de los Estados Unidos.

Hace un mes escaso que un senador de Estados Unidos, concretamente el Gobernador Rick Scott, ha firmado una propuesta que ahora es ley, que impele a las personas responsables del cuidado prenatal, así como a los sanitarios que han de educar en la maternidad a los futuros padres, a informar sobre las opciones actuales de donación o conservación de las células madre procedentes de la sangre del cordón umbilical de sus bebés. En Florida, el Senado ha aprobado que el Departamento de Salud y Servicios Humanos incluya información acerca del Cordón Umbilical en su “website”.

En nuestro país, algunas Comunidades Autónomas han creado cauces y normas para que cualquier ciudadano de su comunidad pueda ejercer, en libertad, cualquiera de las opciones que la ley permite. Es decir: donar al sistema público, o conservar para uso autólogo privado, tanto si el bebé nace en una institución pública como privada.

Ya en el siglo XXI, confiamos que pronto todas las Comunidades sean conscientes de la importancia de proveer a sus ciudadanos de esta información.