Estás en avanzado estado de gestación y quedan dos o tres meses para que nazca tu bebé. Has oído que es importante guardar la sangre del cordón umbilical de tu bebé, pero, ¿ qué hay de cierto en este tema? ¿Qué debemos saber los padres? ¿A quién podemos preguntar?¿Cómo elegir a un banco privado para que se encargue de esta importante misión?

Lo primero que debes saber es que hay muy poca información sobre esta cuestión y, sin embargo, bastante desinformación. Es probable que encuentres a quien diga que guardar la sangre del cordón umbilical no sirve para nada, y a quien diga que es lo mejor que puedes hacer por tu hijo. Y también encontrarás a personas, en teoría capacitadas, que no conocen el tema en profundidad y contarán verdades a medias.

Estás pues en un laberinto en el que es difícil discernir la mejor opción. Sin duda, guardar la sangre del cordón umbilical es un derecho de los padres y del bebé. Nadie debería oponerse a ello. No hay ningún conflicto ético: si la sangre no se conserva se va a desechar, por lo tanto, si lo deseas, es tu derecho preservarla para tu hijo.

¿Por qué hacerlo? Hay dos usos posibles:

1) para un trasplante para tu propio hijo (si la enfermedad no es de origen genético), puesto que las células son cien por cien compatibles (porque son suyas). Por ejemplo, en una anemia aplásica adquirida, que puede ser provocada por un virus, un tóxico o una radiación.

2) Además de este uso, y otros plenamente reconocidos, existirán en los próximos años nuevas indicaciones en Medicina Regenerativa. Se están desarrollando aplicaciones para el tratamiento de la diabetes Tipo I, el infarto de miocardio, el infarto cerebral, y otras indicaciones.

Además, cuando en una familia tenemos el infortunio de que alguien necesite un trasplante de células madre, lo primero que pregunta el médico es: ¿tiene el niño algún hermano? Porque la probabilidad de que exista compatibilidad es mayor entre hermanos. Por tanto la sangre de tu bebé podría ayudar a un hermano nacido o futuro.

Una vez tomada la decisión de conservar, tienes que hablar con tu ginecóloga o ginecólogo. Coméntale vuestra decisión y deseo de guardar la sangre del cordón umbilical. El conocimiento que los ginecólogos poseen sobre el tema es mayor que el de otros colectivos y, aún no siendo profundos conocedores sobre su utilidad y las enfermedades actuales y futuras que podrán ser tratadas, su papel es clave y fundamental para el primer paso: la extracción de la sangre, puesto que son ellas/os quienes la efectuarán. Y se debe hacer con rigor y profesionalidad. No es algo banal.

¿Cómo elegir un banco privado? No es tarea fácil. La mayoría de las parejas opta por conservar la sangre en un banco europeo. El Real Decreto que regula este tema, obliga a que las parejas que deseen conservar la sangre en nuestro país firmen un documento por el cual ceden la propiedad al sistema público. Y en caso de que alguien la necesite, podrá ser reclamada y utilizada. No parece justo, pero es la ley.

Por tanto, como decíamos, la mayoría guarda la sangre del cordón umbilical de su bebé en algún país perteneciente a la Unión Europea. El más exigente en calidad y procedimientos es Alemania, y en este país la propiedad esta claramente establecida: la sangre pertenece al niño, sólo y exclusivamente y no podrá ser reclamada por ninguna persona o institución. Sólo los padres, antes de su mayoría de edad, pueden decidir.

Otro criterio, a la hora de elegir un banco es la experiencia: hay que confiar en los bancos que lleven años y que conserven un número importante de muestras.

Importante también que, si lo deseáis, podáis conocer a los profesionales que trabajan en las empresas españolas que los gestionan. Igualmente, es fundamental que sean compañías sólidas, con fuerte implantación y que cuenten con seguros, como por ejemplo el de “insolvencia”. Es decir en caso de que la compañía desaparezca, que se tenga prevista la conservación por un periodo mínimo de años.

También las referencias son importantes: ¿conocéis a alguna pareja que lo haya realizado antes? Podéis preguntarles cómo transcurrió el proceso: ¿fue todo bien documentado? ¿Les pidieron los análisis de la madre y algún documento de diagnóstico firmado por él/la ginecólogo/a? Estos son signos de seriedad. Hay que desconfiar de quien no documenta los procesos.

Del mismo modo, es importante valorar si os informan cuando la muestra llega al laboratorio, así como del resultado de los análisis de la sangre de la madre y de la del bebé. Si no es así, no son empresas serias.

Por último debes saber, que en muchos hospitales públicos ponen bastantes dificultades y que, en la mayoría de los casos no realizarán la extracción para un fin privado. Por absurdo que parezca, aún hay quien piensa que sólo es importante guardar la sangre del cordón umbilical cuando ésta sea donada para el sistema público. Hay Directivas Europeas que establecen con claridad que todas las donaciones ayudan a elevar los estándares de salud de un país: quien desee donar la sangre de cordón umbilical de su bebé al sistema público, tiene dereho a hacerlo, y es obligación de todos facilitarlo. Lo mismo cuando los padres desean que guardar la sangre del cordón umbilical de su bebé de forma privada por si en el futuro es necesaria.