Conociendo las propiedades de las células madre, conviene saber también cuáles son sus fuentes. Nos centraremos en aquellas fuentes de las que se pueden extraer células madre para uso terapéutico.

Las células madre embrionarias se consideran valiosas gracias a que se multiplican con facilidad y pueden diferenciarse a todas las células y tejidos del organismo, con lo que podría tratarse de una fuente muy útil para el tratamiento de muchas enfermedades. El problema reside en los planteamientos éticos que su uso pueda suponer. Por ello, la mirada ha girado en torno a las células madre adultas, cuyo uso no provoca debates morales ni éticos. Estas células se pueden encontrar en la piel, en las encías, en la sangre, en la menstruación… pero sin duda la fuente más rica y más utilizada para el tratamiento de enfermedades es la médula ósea. Como hemos comentado con anterioridad, los dos problemas a los que se enfrenta esta fuente son la extracción y la localización de una muestra compatible.

Otra de las fuentes que carece de planteamientos éticos, no supone un peligro y que además se distingue por ser una de las más ricas en células madre, es el cordón umbilical. Sus usos probados cada vez se extienden hacia más enfermedades, teniendo esperanza de que en un futuro sea mucho más aplicable; por ello se recomienda su conservación. El gran problema reside en la desinformación que existe sobre esta fuente, genera desconfianza y muchos la ligan a las células embrionarias, cuando poco o nada tienen que ver.

A pesar de que aún tendremos que esperar para saber si su uso puede ser válido en aplicaciones terapéuticas, añadiremos otra fuente a la lista: las celulas madre de personas fallecidas. Un estudio reciente demostró que estas aún seguían teniendo sus capacidades 17 días después del fallecimiento. No obstante, seremos prudentes hasta que no salgan nuevos estudios a la luz.

Fuentes:

Sobre células madre, El Mundo, Cáncer org.

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