El profesor Steven Finkbeiner, director asociado de dicho instituto, ha presentado los resultados de este trabajo experimental en Pamplona, durante su visita al Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.
“Nuestro proyecto consiste en utilizar células de la piel de pacientes, convertirlas en neuronas y estudiarlas en el laboratorio, con el objetivo de comprender las causas de las formas más comunes de alzheimer y parkinson”, ha explicado este especialista.
El centro navarro ha subrayado en un comunicado que la mayoría de los casos de parkinson y de alzheimer no están causados por mutaciones genéticas identificables, por lo que no existen modelos experimentales fiables que reproduzcan la enfermedad, y ha precisado que en la actualidad no existe ningún fármaco aprobado que trate las principales enfermedades neurodegenerativas.
“Ha habido muchas pruebas que parecían prometedoras en modelos animales pero después fallaron en ensayos clínicos, dadas las diferencias entre ratones y personas. Por ello, hay que disponer de un sistema que encuentre fármacos biológicos humanos que nos ayuden a encontrar mecanismos de la enfermedad y terapias efectivas para los enfermos”, ha dicho Finkbeiner.
El trabajo de estos investigadores combina una metodología basada en microscopía robótica con modelos de células madre pluripotentes de enfermedades neurodegenerativas, para crear una plataforma que encuentre fármacos y dianas terapéuticas para la enfermedad.
Según ha señalado, “el microscopio robótico automatizado nos permite seguir la vida y muerte de las neuronas en el laboratorio, de forma similar a los ensayos clínicos con personas”. “Es 1.000 veces más sensible que los métodos habituales y lo usamos para descifrar el complejo proceso de la neurodegeneración”, ha agregado.
Tras indicar que solían pensar que todos los cambios que suceden en el cerebro durante estas enfermedades eran perjudiciales, el profesor ha señalado que con este procedimiento “hemos descubierto que el cerebro trata de hacer frente activamente a las enfermedades neurodegenerativas” de forma que “algunos de los cambios que vemos son beneficiosos y enlentecen el proceso de la enfermedad”.
Aunque la combinación del microscopio robótico con modelos de células madre pluripotentes podría mejorar el abordaje terapéutico de las enfermedades neurodegenerativas, el doctor ha advertido de que “todavía es pronto para saber si tendrá repercusión en futuros ensayos clínicos”.
“Pero por primera vez nos ha permitido estudiar las formas más comunes de parkinson y alzheimer”, ha proseguido.
En la actualidad no se sabe si estas neuropatologías comparten una causa común o tienen causas distintas que se manifiestan de forma similar en la clínica, pero estudiando células madre de pacientes “podremos tratar de descubrirlo”, ha afirmado el especialista.
“La respuesta tiene grandes implicaciones para el desarrollo de ensayos clínicos eficaces”, ha concluido.
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