Como publica “abcsalud”: “La probabilidad de que un niño desarrolle una alergia alimentaria puede determinarse ya desde el mismo momento de su nacimiento”.

Tal y como ha demostrado un estudio dirigido por investigadores del Instituto de Investigación Médica Walter and Eliza Hall en Melbourne (Australia) y publicado en la revista «Science Translational Medicine», “el riesgo de desarrollar este tipo de alergias puede establecerse a partir de un simple análisis de la sangre del cordón umbilical”.

Según Len Harrison, co-director de la investigación, “nuestros resultados muestran un vínculo entre los niños que tenían células inmunes hiperactivas en el momento del nacimiento y el desarrollo de alergias a la leche, los huevos, los cacahuetes y el trigo durante los primeros años de vida”.

Desde el nacimiento

Para llevar a cabo esta investigación, los autores analizaron los datos sobre alergias, otros trastornos inmunitarios y sobre el desarrollo respiratorio, cardiovascular y neurológico de más de 1.000 recién nacidos incluidos en el Estudio Barwon sobre Salud Infantil que se está llevando en el estado australiano de Victoria.

Los resultados demostraron que los bebés con riesgo de desarrollar una alergia alimentaria ya tienen activados sus monocitos, es decir las células del sistema inmune que engullen o “fagocitan” los cuerpos extraños, justo en el momento del nacimiento.

Como afirma Yuxia Zhang, co-directora de este estudio, “en los niños en riesgo de desarrollar una alergia alimentaria, los monocitos ya fueron activados antes del parto o durante el mismo. Y lo que hacen estos monocitos es potenciar el desarrollo de una respuesta inmune mediada por los linfocitos T, por lo que se genera una predisposición a presentar una reacción alérgica ante ciertos alimentos”.

La buena noticia es que la activación del sistema inmune, es decir, los monocitos activos, pueden detectarse ya en la sangre del cordón umbilical. Como explican los investigadores, con este descubrimiento “esperamos que pueda ser empleado en futuros tratamientos para prevenir las alergias alimentarias tanto en niños como en bebés”.

Prevalencia creciente

Las alergias alimentarias han alcanzado niveles epidémicos en muchas zonas del planeta. Su incidencia se ha duplicad en Europa en solo diez años. Actiualmente, la prevalencia de alergias alimentarias en los niños de nuestro país se establece en un 4-8%.

Según Peter Vuillermin, co-autor del estudio, “las consultas hospitalarias por alergias alimentarias se han triplicado en Victoria en tan solo unas décadas, correspondiendo la mayoría de los casos a niños menores de cinco años. De hecho, uno de cada 10 bebés de Melbourne desarrollará una alergia alimentaria durante su primer año de vida”.

Como aifirma, “simplemente, no sabemos a que se debe este aumento. Pero lo que es importante en nuestro estudio es que hemos visto que los bebés que desarrollan una alergia alimentaria ya están ‘programados’ para la enfermedad alérgica desde el momento de su nacimiento”.

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Fuente e información: http://www.abc.es/salud/enfermedades/abci-riesgo-alergia-alimentaria-puede-determinarse-analisis-sangre-cordon-umbilical-201601132001_noticia.html