El retraso medio en el diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple es de entre uno y dos años, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), que calcula que en España la sufren unas 47.000 personas.


La esclerosis múltiple es enfermedad crónica, progresiva y sin curación, que constituye en la segunda causa de discapacidad en adultos jóvenes, solo por detrás de los accidentes de tráfico. Cada año se diagnostican unos 1.800 nuevos casos. “Es básico apostar por mejorar los tiempos de diagnóstico porque hemos comprobado que el pronóstico, a medio y a largo plazo, de aquellas personas que han sido tratadas en las fases iniciales de la enfermedad mejora sustancialmente”, afirma la doctora Ester Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN. “Los fármacos actuales pueden cambiar el curso de la patología y prevenir la discapacidad”.

“En todo caso, es necesario seguir investigando con el objetivo que sigan apareciendo nuevas terapias frente a la esclerosis múltiple, sobre todo en fármacos que consigan frenar la progresión, ya que la cura de la enfermedad aún parece lejana”, concluye la doctora Moral. “Ser capaces de individualizar cada vez más los tratamientos y los avances que se den en la investigación de fármacos inmunomoduladores, neuroprotectores, neurorreparadores o terapias con células madre podrían marcar el futuro de esta enfermedad”.

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