Los últimos estudios sobre células madre ponen sus miras en las células procedentes de la sangre del cordón umbilical por sus interesantes resultados. Debido a sus beneficios, el objetivo actual se centra en asegurar un abastecimiento óptimo para ayudar a futuras generaciones.

Hasta 2006 se consideraba que las células madre de sangre del cordón umbilical sólo debían utilizarse cuando no se había podido encontrar a un donante adecuado de médula ósea. Sin embargo, en comparaciones realizadas entre células madre de médula ósea y las de la sangre del cordón umbilical, los resultados habían sido igual de buenos.

El año 2007 marca un giro importante a favor de la sangre del cordón umbilical. Por primera vez, un estudio realizado en Estados Unidos demostró que las células madre de sangre del cordón umbilical dan un resultado considerablemente mejor.

Actualmente, varios grupos científicos en todo el mundo trabajan en la reproducción de las células madre de sangre del cordón umbilical, en laboratorio. Los primeros estudios clínicos están ya en marcha. Es sólo cuestión de tiempo que, gracias a estos esfuerzos, se supere pronto el inconveniente actual de la relativa escasez de sangre del cordón umbilical que puede obtenerse en el parto.

El futuro desarrollo es ya previsible: la sangre del cordón umbilical, como fuente de células madre de primera elección, sustituirá paulatinamente a la de la médula ósea en las próximas décadas.

Indicaciones a largo plazo

En el marco de la medicina regenerativa, aumentarán las indicaciones para la aplicación de células madre propias.

Si pensamos en un horizonte de 50 años, las predicciones indican que, sólo en el campo de las enfermedades cardiovasculares, una de cada siete personas mayores de 70 años necesitará un tratamiento con sus propias células madre. Y sólo los pacientes cuyos padres hicieron conservar la sangre del cordón umbilical tras al parto, podrán recurrir a una reserva de células madre óptima.

A los demás sólo les quedará la segunda opción disponible: las células madre de médula ósea, tan viejas como ellos mismos. Precisamente, esto hace que su aplicación resulte problemática en algunos casos, condicionados por los síntomas de envejecimiento de las mismas células madre.

Por tanto, la cuestión no se centra ya en si las células madre propias de sangre de cordón umbilical tienen aplicaciones; nadie lo duda a estas alturas. Lo que hay que hacer es asegurar un abastecimiento óptimo con las mejores células madre de los niños que nacen hoy para cuando sean ya muy mayores.

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