“Es importante premiar la fidelidad de aquellos que siempre están ahí, reconocen el trabajo y dan todo su apoyo”

A la semana siguiente, Laura le contó a su hermana Marta que había visitado la oficina de Secuvita para pedir información de primera mano sobre la conservación de sangre del cordón umbilical de su futuro bebé. Confirmó que el trato había sido perfecto y que además existía una promoción llamada Programa Amigo, mediante la cual, como venía recomendada por Marta, que ya era cliente, ésta podría tener un jugoso regalo. Marta se acordó de que lo habían mencionado en alguna ocasión, así que se alegraron con la promoción: poca ayuda era poca para salir adelante con los pequeños terremotos.

Marta y Pablo decidieron acompañar a Laura a firmar el contrato: así podrían saludar y presentar a los pequeños Alex y Lucía; ellos, como a todos los lugares a los que iban, causaron una gran revolución.  – No sé qué les pasa, no suelen ser tan trastos- suspiraba Pablo avergonzado mientras Alex tiraba los bolígrafos por el suelo y Lucía gateaba por debajo de las mesas. Aún así, en Secuvita se alegraron mucho de verles: siempre era una alegría saber que “sus niños” estaban bien.

Así que esta es la historia, aunque por supuesto no es el final sino el comienzo. Para Marta y Pablo la perspectiva de una vida con sus niños. Y para Laura, la aventura estaba a punto de comenzar… La vida puede ser de muchas formas, como una prenda de ropa puede tener varios colores, texturas y temporadas. Puede ser injusta, terrible, alegre, emocionante, triste… pero sigue siendo la vida y siempre merece la pena vivirla.

FIN… ¿O NO?

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