“Después de una pequeña tormenta, llega la calma”
En las semanas que llegaron después, Marta y Pablo por fin consiguieron una calma y una estabilidad que necesitaban. Superado ya el primer trimestre y concienciados sobre la llegada de gemelos, pudieron comenzar a preparar todo lo que necesitaban: dos cunas, un carrito doble, pintar la habitación… Pronto empezaron las emocionantes pataditas y la tranquilidad de saber que todo iba bien.
Su ginecóloga había revisado toda la información sobre Secuvita para poder estar preparada tras el parto y poder realizar la extracción de sangre de cordón umbilical correctamente, así que no había motivos por los que preocuparse. Unos días antes de la fecha prevista del parto recogerían el Kit de Extracción. Después del parto, un responsable de Secuvita acudiría personalmente a recoger la muestra y ayudaría a su transporte hacia Alemania, donde someterían las muestras a un completo examen para determinar su calidad, el número de células madre que contenía, asegurarse de que no había contaminación y si era viable para posibles futuros trasplantes. Así conseguiría el certificado GMP, que catalogaría la muestra como medicamento.
Lo único que faltaba era tratar de controlar la tensión de Marta, que a veces daba algún que otro pequeño susto, y es que a ella le costaba mucho mantener el reposo que la doctora le había recomendado. -¿Qué estás haciendo?- preguntaba Pablo alarmado cuando la veía cargada con las bolsas de la compra. – Nada, si estoy bien -protestaba ella tratando de resignarse, a pesar de que a veces le costara estarse quieta, las dos mini personas que tenía en su interior le decían que debía controlarse un poco. Y eso es lo que haría, lo que fuera para protegerles y cuidarles. ¡Qué ganas de verles la carita!
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