“Aceptación e inseguridades”
Dos días después de haber firmado el contrato con Secuvita, Marta acudió a una revisión con su ginecóloga, la doctora que le llevaba el embarazo y que la iba a atender durante el parto. Era imprescindible que supiera que cuando se produjera el parto debía extraer la sangre del cordón umbilical ayudándose del kit de extracción que les iban a proporcionar. Su ginecóloga le dijo que era una buena idea la de la conservación, aunque le recomendó que debía estar preparada para todo: que la sangre mostrara incidencias, que no valiera y si conocía realmente las enfermedades que podían tratarse, ya que a veces se venden las terapias con células madre como un “para todo” que no siempre era cierto.
– Lo sé, lo sé. Nos han detallado toda la información posible, así que más o menos tenemos claro lo que se puede hacer y lo que no. ¿Alguna vez ha realizado una extracción de este tipo?
– Sí, aunque la verdad es que no he realizado muchas. Han sido sobretodo en el último año, que parece que la gente está más concienciada. Tú tranquila, que no lleva ningún riesgo. ¿Vale? Es normal que estés inquieta pero es un procedimiento totalmente normal y habitual.
P ero…- la doctora calló de repente y observó más de cerca. ¿Qué pasa? – preguntó Marta alarmada mirando el monitor donde se reflejaba la imagen de la ecografía.– Pues que parece que vienen dos… -¿¿Dos qué??- Marta casi se cae de la camilla al recibir la noticia.–No lo habíamos percibido todavía, pero ahora se ve claramente que esperas gemelos – la doctora esperó un rato mientras Marta asimilaba la noticia. –Y tranquila, que parece que están bien; aunque tendrás que hablar con Secuvita para que os proporcionen un kit de gemelos.
Marta se levantó lentamente de la camilla sintiendo unas emociones similares a cuando se enteró de que estaba embaraza: ansiedad, inquietud y un no saber qué se extendía por cada centímetro de su cuerpo. Bueno, aún tenía algo de tiempo para poder organizarse…
– Deberías tener calma, tienes la tensión un poco alta y debes descansar y no tomar nada de sal, ¿de acuerdo? Y déjame la información del banco de conservación para que pueda echarle un vistazo y ver cómo es el kit. Marta le extendió una carpeta con la información solicitada y se dispuso a marcharse, aunque aún le temblaban las rodillas…
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