“Nuestras dudas son traidores que muchas veces nos hacen perder el bien que podríamos ganar si no temiéramos buscarlo” (William Shakespeare)

Para algunos, la ciencia parece un personaje desconocido e inquietante, cuyos avances tan repentinos y rápidos pueden llegar a coger desprevenido a cualquiera y no saber muy bien qué esperarse de ellos. ¿Tendrán éxito?, ¿nos están engañando?, ¿produce algún tipo de daño para quien se pueda beneficiar?

En el caso que nos concierne, se nos presenta una opción que hasta hace muy poco tiempo no existía: llegado el momento de tener un niño, poder optar a la conservación de las células madre de su cordón umbilical con la intención de poder realizar un trasplante al pequeño, en el caso de encontrarse con algún tipo de enfermedad en el futuro. La desconfianza de algunos padres no es más que el miedo a lo desconocido, algo totalmente lógico y normal, y más cuando hablamos de temas de salud.

Parece que un mundo de dudas se presenta ante quienes se plantean la opción de este tipo de proceso. El primer planteamiento es saber para qué se quiere conservar la muestra de sangre. En el caso de que el niño desarrolle en un futuro algún tipo de enfermedad hematológica (relacionada con la sangre, como la leucemia), está demostrado que el tratamiento con células madre es efectivo para la cura de la enfermedad. Es más, la ciencia sigue avanzando y se empieza a encontrar tratamiento con células madre para otro tipo de enfermedades, como la parálisis cerebral o la diabetes infantil. Además, la muestra no sólo puede ser válida para el propio niño, sino que también puede ayudar en la curación de algún hermano, ya que la compatibilidad suele ser mucho más alta en parientes cercanos, como se ha demostrado en algunos casos. http://bit.ly/pxGkYO

Una vez subido el primer escalón, surge la duda de con qué banco de conservación (en el caso de querer conservar la muestra en un banco privado) realizar todo el proceso. Uno de los mayores temores de los padres es que existan entidades cuyo propósito sea afán de lucro sin ofrecer garantías, y que una vez realizada la extracción y hecho el pago, la muestra quede en el olvido. Para que esto no suceda, es muy importante informarse de todo lo que concierne a la empresa, cuyo procedimiento debe ser claro, transparente y sin trabas. El procedimiento no es ningún juego y se debe tratar con la seriedad que se merece.

Muchos padres sienten desconfianza ante la alternativa de los bancos privados, que conservan las muestras en el extranjero. La razón de que se envíen a bancos fuera del país es clara: debido a la legislación vigente en España, las muestras conservadas en bancos privados en nuestro país deben estar a disposición de cualquier persona que necesite un trasplante. En un banco privado fuera de España, la muestra es de uso exclusivo del niño o la familia, aunque siempre se tenga la opción libre de poder donar.

Por último, la conservación de sangre del cordón umbilical a largo plazo es motivo de duda por la pérdida de calidad. Al igual que sucede con otro tipo de medicamentos, es habitual que cuando pasa un tiempo, las propiedades no sean las mismas; no obstante, se ha demostrado que algunas muestras son válidas para su uso en trasplantes incluso 25 años después de la extracción, con lo que se podrían aplicar en la vida adulta del niño.

Toda novedad da miedo e inseguridad, lo importante es tener con quién contar para que nos pueda asesorar e informar de forma clara y directa.