“He decidido conservar la sangre del cordón umbilical de mi hijo. ¿Dónde puedo hacerlo?”

En el momento en que unos padres deciden dar este paso tan importante, llega el dilema de si hacerlo en un banco público o en un banco privado. La elección es totalmente libre, ya que el carácter personal que se requiere a la hora de la decisión hace que nadie más pueda intervenir, salvo los implicados directamente.

Antes de llegar a cualquier respuesta, es importante poder tener toda la información completa de cada una de las opciones, para estar completamente seguros de haber tomado la decisión adecuada en un paso tan importante como este.

Por un lado, existen los bancos públicos, cuya organización está dirigida por la ONT (Organización Nacional de Trasplantes), quien creó en 2008 el Plan Nacional de Sangre de Cordón Umbilical para conseguir el máximo número de donantes. http://bit.ly/qBIgTu. Funciona como cualquier otro banco de órganos, donde se recoge la donación de forma anónima.

Las muestras recogidas son sometidas a una evaluación exhaustiva para comprobar si son válidas para la aplicación en futuros trasplantes (la mayoría no pasan los controles) y conservadas en el banco para cuando algún paciente, que sea compatible, necesite en su tratamiento médico este tipo de células madre.

Es un proceso gratuito en el que se debe informar al equipo médico del hospital de la decisión de ser donante de células madre. El problema es que muy pocos hospitales públicos realizan este servicio, así que antes es conveniente informarse de si en el hospital donde se planea da a luz se realizan las extracciones para la posterior donación.

Por otro lado, los bancos privados ofrecen el mismo servicio, pero garantizan el uso exclusivo de las muestras para quien contrata el servicio. La ventaja es que el nivel de compatibilidad es 100% para el propio bebé (al ser sus propias células) y la probabilidad es muy elevada para los hermanos si requieren un trasplante de este tipo de células; es cierto que es imposible saber con seguridad de antemano si habrá compatibilidad, pero las probabilidades serán mucho más altas que si el donante es anónimo. En ocasiones, los receptores tienen que esperar años hasta que se logra encontrar un donante aceptable para el tratamiento.

Las garantías que ofrecen algunos bancos privados son numerosas. Por ejemplo, se asegura un tiempo de “ vida útil ” de la muestra de células, de hasta 25 años (con los avances actuales se estima que podrá conservarse mucho más tiempo sin que sus propiedades se vean deterioradas), con lo que podría utilizarse en caso de contraer alguna enfermedad en la edad adulta.

El problema de optar por este tipo de bancos suele ser el coste; aunque el problema deja de serlo porque algunos bancos ofrecen financiación para que el pago posterior sea mucho más cómodo y “duela” menos al bolsillo familiar.

Las cartas están sobre la mesa y la decisión final sólo es de los padres. De todas formas no cabe duda que la mejor idea es tener la opción que se presenta de ayudar a combatir una enfermedad y no hacer lo más habitual tras el parto: desechar el cordón umbilical. Por lo que antes de deshacerse de algo que a simple vista puede ser inútil, es mejor pensar que no cuesta nada conservarlo, porque a la larga podrían pequeños retazos de vida listos para echar una mano.