Cuando los padres deciden conservar la sangre del cordón umbilical de sus hijos, en lo último que piensan es en que un día tengan que recurrir a esas células madre para tratar alguna enfermedad. Por supuesto, es deseable que ese momento no tenga que llegar nunca. Sin embargo, si se decide guardar la sangre del cordón umbilical no tiene sentido hacerlo si no hay una mínima garantía de que pueda utilizarse en caso de necesidad. Es decir, conservarla por el mero hecho de conservarla, no parece tener ninguna justificación.

Hay factores clave que determinarán la calidad de la muestra de células madre que se obtenga. Y es necesario que los padres los conozcan y se aseguren de su cumplimiento antes de hacer un desembolso que pueda resultar inútil, aunque no haya sido demasiado elevado.

Un ejemplo muy claro es el de la verificación del kit de extracción en el hospital antes de proceder a su traslado al laboratorio. La extracción de la sangre del cordón se realiza nada más nacer el bebé, un momento delicado en el que los profesionales médicos deben centrar toda su atención en que todo transcurra bien. La extracción de sangre del cordón umbilical se realiza siempre por manos expertas, que ponen el máximo cuidado en obtener una buena muestra. Pero es responsabilidad de la compañía en la que los padres han depositado su confianza, verificar que esas células madre llegan a destino de forma íntegra y en las mejores condiciones.

Por ejemplo, es necesario saber que, si la bolsa en la que se ha recogido la sangre no está bien cerrada, esta se puede perder durante el traslado, independientemente de lo cerca que pueda encontrarse el destino. Por eso, es necesario asegurar bien las pinzas de seguridad y comprobar que el cierre es hermético. Igualmente, si no se ha etiquetado correctamente, puede haber errores en su identificación a la llegada al Banco.

Si no se ha completado el protocolo de extracción, no se podrá determinar si ha ocurrido alguna anomalía, o si se debe tener en cuenta algún factor especial a la hora de realizar pruebas a esa muestra. Lo mismo sucede si no se ha recogido una muestra de sangre materna. En ese caso, será imposible verificar y contrastar cualquier anomalía que se detecte en la sangre del cordón umbilical.

Estos son sólo algunos ejemplos de lo que puede ocurrir si no hay una persona cualificada que verifique que la sangre se ha acondicionado debidamente antes de su traslado. Por eso, Secuvita decidió desde el primer momento formar un equipo de logística dedicado exclusivamente a esta labor. Evidentemente esto hace que nuestros procesos internos sean más laboriosos y nuestra estructura más grande pero, si no trabajamos así, con el objetivo de obtener muestras de calidad y producir un medicamento que sea aceptado en caso de trasplante, ¿qué sentido tendría hacer lo que hacemos?

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