Todas las mamás que han pasado por ello lo saben: el verano es quizá

la peor época del año para vivir el embarazo, especialmente si coincide con la recta final del mismo, cuando entramos en el tercer trimestre. La llegada del verano y de las altas temperaturas, además, suele ir de la mano de la sensación de hinchazón: una sensación que se multiplica por dos (literalmente) en el caso de las mujeres embarazadas, que afecta sobre todo a los pies y las piernas, provocando molestias al caminar y dificultad para utilizar el calzado habitual.

El calor, unido a los problemas circulatorios y la retención de líquidos, provoca este aumento de volumen en las nuevas ‘mamis’, que a veces resulta inexplicable pero que se puede combatir, al menos de manera moderada. Así lo explican desde el colegio oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana, desde donde acaban de lanzar unos consejos muy útiles para que las mamás embarazadas puedan combatir el calor y sus efectos este verano.

Una de las primeras recomedaciones no es otra que la de dar largos paseos por la playa (por ejemplo), para contribuir de manera natural a mejorar la circulación. Es importante seguir algunas pautas que ayuden a no agotarse demasiado. Hay que tener en cuenta que andar, sobre todo si es por la arena, supone gastar el doble de energía que sobre el pavimento. Para sacarle el máximo provecho a la playa, lo mejor es caminar primero por la arena mojada de la orilla, y después seguir con el agua hasta las rodillas para activar la circulación, acabando por la arena seca que masajea los pies y ayuda a tonificar la pierna.

Es igualmente importante controlar el peso y mantenerlo dentro de los límites establecidos, siguiendo una correcta alimentación y ejercicio adecuados. Evitar el sedentarismo es, de hecho, una de las recomendaciones imprescindibles para mantener activa la circulación, muy especialmente entre las mujeres embarazadas y más aún durante el verano. Tampoco es aconsejable estar mucho tiempo de pie, sin moverse: para descansar las piernas, apoya los pies en una almohada, manteniéndolos en alto, y da pequeños paseos cada dos horas.

La hinchazón en las extremidades se explica en gran medida por el efecto del calor en el cuerpo, por lo que otra recomendación básica es evitar las largas exposiciones al sol, o permanecer durante mucho rato en lugares donde haga mucho calor. Intenta mantener la temperatura corporal fresca.

Es necesario hidratar los pies y las piernas a diario. Un buen truco es guardar la crema en la nevera o usar cremas de efecto frío, usando exfoliantes dos veces por semana para que el efecto de la hidratante sea más eficaz. Evita la autopedicura si no llegas bien a los pies, y acaba el día con un masaje y baños de contraste o chorros para evitar la hinchazón tras una jornada calurosa.

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