Los primeros días de guardería para un niño son muy delicados. A continuación te ofrecemos algunos consejos para que el primer día sea un éxito:

Es normal que el primer día el niño sienta miedo o sensación de abandono. Por eso es importante que la mamá o el papá (o cualquier persona de referencia para el niño) faciliten el acercamiento del pequeño con la educadora. Mostrar tranquilidad hará que el niño confíe en la persona que cuidará de él.

La comunicación entre padres e hijos es fundamental, hablad con vuestro hijo y transmitidle la idea de que la guardería es un lugar seguro, divertido y donde hará muchos amiguitos.

Es muy importante que le contéis al centro la historia del niño, sus hábitos de vida (que suele comer, a que le gusta jugar, cuando duerme…), ya que el niño se tendrá que adaptar a los horarios del centro.

La hora de la despedida es quizás uno de los momentos más difíciles. Si el niño no quiere separarse de la mamá o del papá deberéis tomar una actitud tranquila y firme, que le haga aceptar la situación. Muchos padres creen que lo mejor es salir sin que el niño los vea, y esto los niños lo pueden llegar a tomar como un abandono.

Recordad que la guardería es un lugar donde crearán lazos afectivos con otros niños y que les ayudará a adaptarse mejor al colegio. Además aprenderán hábitos y rutinas que les ayudarán a su desarrollo psicofísico.