El hecho de quedarnos con unos kilos de más tras el parto, es preciso para aportarnos las fuerzas necesarias para atender y amamantar a nuestro hijo tras su nacimiento. Sin embargo, siempre podremos seguir algunos consejos para acelerar el proceso de recuperación. Tras el puerperio (40 días desde el parto hasta que los órganos reproductores de la mujer recuperan la normalidad y aparece la primera menstruación), podremos empezar a realizar ejercicio, en la medida que nuestro cuerpo y tiempo nos lo permitan.
Comenzaremos con 10 minutos al día de suaves contracciones de los músculos del suelo pélvico y perineal.
A los seis meses podremos empezar a hacer abdominales, fondos, o apertura de brazos con pesas (podemos utilizar botellas de agua vacías rellenas con arroz).
Puedes hacer los ejercicios de pecho (fondos o con pesas) junto con los abdominales y un buen paseo (mínimo 3 veces por semana).
Entre tanto no dejaremos de hidratar nuestra piel que aún necesita volver a la normalidad.
Olvídate de las dietas drásticas que, además de tener un efecto rebote, te harán sentir cansada y no beneficiarán ni al niño ni a ti. Comer de manera saludable será el mejor camino para volver a tu cuerpo pre embarazo.
Beber agua durante todo el posparto y más aún cuando realizamos ejercicio, nos ayudará a depurar y será muy importante mientras le estés dando el pecho.
Caminar mucho y a buen ritmo será el mejor ejercicio cardiovascular que puedes hacer. Aprovecha para salir a pasear con tu hijo en el carrito y ambos disfrutaréis.
Con paciencia y ganas recuperarás la figura antes de lo que imaginas. ¡Ánimo!
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