Con la vuelta al cole, llegan los temidos piojos. Aprende cómo detectar, eliminar y prevenir estos pequeños parásitos. Es importante saber que tener piojos es la cosa más normal del mundo en un niño, así que no se desesperen ni entren en pánico al encontrar alguno de estos intrusos.

Tener piojos no tiene nada que ver con una higiene deficiente, con el largo del pelo y mucho menos es una enfermedad, así que calma y ¡manos a la obra!

Una vez descubierta la existencia de piojos lo ideal es preguntar al farmacéutico o pediatra por el tratamiento adecuado. En la farmacia encontrarás muchos champús efectivos contra estos intrusos.

Otra opción es la extracción manual: Con ayuda de una liendrera y mucha paciencia se divide el cabello del niño en varias secciones y se pasa el peine, arrastrando así los piojos y las liendres. Esto lo pueden hacer como método preventivo además de aplicarle un champú específico.

Como remedio casero, y más como prevención que como tratamiento, el vinagre de manzana tibio sobre la cabeza despegará las liendres y dejará el pelo suave y brillante.

Mientras lidian con esta situación, les recomendamos lavar con agua caliente la ropa de su pequeño, al igual que sus sábanas, almohadas … y por supuesto tener mucha paciencia en la batalla contra estos incómodos huéspedes.