Tras dos años de un trasplante de tráquea semiartificial con células madre, la evolución del pequeño Ciaran es más que favorable.

Ciaran nació con un defecto congénito de la tráquea que le impedía respirar con normalidad. Estuvo más de diez años entrando y saliendo del hospital para someterse a duras intervenciones quirúrgicas tratando de encontrar así una solución a su problema, que le ayudara a respirar, jugar, correr, reír… como el resto de niños de su edad. Con 11 años, fue ingresado de urgencia por una hemorragia causada por el dispositivo metálico que actuaba como su tráquea.

La solución tomada por los médicos del Hospital Great Ormond de Londres fue todo un riesgo, ya que decidieron utilizar la tráquea donada de una mujer de 30 años, limpiarla para que quedara libre de sus celulas e implantarla en Ciaran. En otro caso similar, la tráquea fue poblada con células madre del paciente antes del trasplante, pero en el caso de Ciaran no había tiempo, así que la población se hizo una vez realizado el trasplante. De esta forma, el órgano se impregnaría de sus propias células madre y actuaría como propio, delimitando así el posible riesgo a un rechazo.

Dos años después de la intervención, Ciaran ha crecido, va al colegio y lleva una vida prácticamente normal sin necesidad de tomar inmunosupresores contra un posible rechazo. Claro que, tras la intervención tuvo que someterse a varias broncoscopias para que las células colonizaran toda la tráquea y ésta comenzara a cumplir con su función como órgano.

Los resultados de esta operación han sido publicados en ‘The Lancet’. Se espera que, con el paso del tiempo, este tipo de terapias vayan siendo incorporadas en casos de trasplantes de tejidos de niños, como el caso de Ciaran. Los expertos apuntan también que, en el caso de niños además de lograr el no rechazo del nuevo órgano, éste también debe acompañar en el crecimiento del niño.

Fuente: El Mundo.

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