Como publicó “elpaís.com”: “Un grupo de científicos de la Universidad Libre de Bruselas ha logrado reparar por primera vez una lesión del córtex cerebral mediante el implante de neuronas generadas a partir de células madre “.
La española Sandra Acosta Verdugo, es una de las responsables de la investigación, publicada por la revista Nueron, que explica como “en el experimento, desarrollado en ratones, las neuronas trasplantadas se han integrado en el 100% de los casos, con lo que se ha logrado la curación de lesiones del córtex cerebral”. Este trabajo abre la puerta, a largo plazo, a terapias que podrían aplicarse en humanos para tratar lesiones cerebrales producidas por ictus, hematomas cerebrales o traumatismos.
Los investigadores han seguido el estado de los ratones durante más de doce meses y, en todos los casos, “seguían en perfecto estado, y ninguno de los que alcanzaron esta edad desarrolló un proceso tumoral”, una de las consecuencias negativas inherentes a las terapias celulares.
“ Muchas lesiones neurológicas están relacionadas con daños en el córtex cerebral, como los ictus, la epilepsia, hematomas cerebrales o ciertos procesos neurodegenerativos”. Además, e l córtex cerebral adulto tiene una capacidad para autorrepararse muy pobre, lo que supone una barrera clave ante la posibilidad de tratar dicho tipo de lesiones mediante terapias celulares basadas en el autotrasplante de neuronas extraídas del propio paciente.
Como indica Acosta, “no tendría sentido quitarle neuronas a un paciente y luego tratarlas para implantarlas de nuevo porque las neuronas que se extraigan del córtex se habrán perdido para siempre, ya que el córtex del paciente no puede regenerarlas por sí mismo”.
Esta es una de las dificultades de trabajar con neuronas, unas células muy diferentes al resto. Esta limitación dirigió la mirada de este grupo de científicos hacia el uso de células madre inducidas (iPSC) como la única alternativa que podía sortear este problema.
El punto fuerte de las células iPSC es que se obtienen a partir de células madre adultas, generalmente de la piel del propio paciente, por lo que “tanto las células de la piel como las neuronas generadas conservan el mismo ADN, de modo que se evita cualquier posibilidad de rechazo del trasplante en el paciente”.
Con este estudio también se ha descubierto “que hay que afinar mucho en cuanto a qué células poner y en qué sitio del córtex. Hay que generar las neuronas adecuadas e implantarlas en la zona adecuada en cada caso porque si no, las neuronas trasplantadas no logran conectarse y funcionar”.
En estas terapias habrá que tener en cuenta que en el cerebro no sólo hay neuronas, hay además otros dos tipos de células que comparten el mismo origen que las neuronas y son básicas para para el correcto funcionamiento cerebral, por lo que “ no sólo hay que trasplantar neuronas sino también esas otras células”.
Fuente e información: http://elpais.com/elpais/2015/04/08/ciencia/1428483264_207393.html
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