Como publica «infosalus.com«, científicos han empleado células madre pluripotentes para combatir una enfermedad severa del nervio intestinal, llamada enfermedad de Hirschsprung, un trastorno en el cual el recto y el colon no desarrollan un sistema nervioso normal, provocando así, la acumulación de residuos.
Los autores del estudio del Centro Médico del Hospital de Niños de Cincinnati, en Estados Unidos, aseguran que estos hallazgos dan un nuevo enfoque a los estudios de los tejidos del intestino, y añaden que, este acontecimiento, acerca el uso de células madre pluripotentes humanas a la medicina regenerativa y el crecimiento del intestino humano específico para el trasplante.
Como explica Michael Helmrath, coinvestigador del estudio y director quirúrgico del Programa de Rehabilitación Intestinal en el Hospital Infantil de Cincinnati, “un día esta tecnología nos permitirá hacer crecer una sección de intestino sano para el trasplante en un paciente, pero la capacidad de usarlo ahora para probar y hacer innumerables nuevas preguntas ayudará en mayor medida a la salud humana”.
Dicha tecnología, permitirá probar nuevos productos terapéuticos en el intestino humano en funcionamiento, mediante ingeniería de laboratorio antes de los ensayos clínicos en pacientes, incluso permitirá buscar toxicidades de medicamentos que producen diarrea, calambres y perjudican al intestino, previniendo así, los efectos secundarios.
Los investigadores sometieron a las células madre pluripotentes humanas a un baño bioquímico, desencadenando su formación en tejido intestinal humano en una placa de Petri. Este mismo proceso fue utilizado por el laboratorio de Wells en un estudio histórico 2010, que ya informó de la primera generación de organoides intestinales humanos tridimensionales en un laboratorio. 
Los tejidos intestinales del primer del estudio no contaban con un sistema nervioso entérico, crítico para el movimiento de los desechos mediante el tracto digestivo y la absorción de nutrientes. Como explica Wells, el tracto gastrointestinal posee el segundo mayor número de nervios en el cuerpo humano. Cuando dichos nervios no funcionan correctamente, se obstaculiza la contracción de los músculos intestinales, produciendo dolor abdominal, diarrea, estreñimiento, incluso bloqueos funcionales que requieren de una cirugía.
Con el fin de diseñar un sistema nervioso para los organoides intestinales que crecen en una placa de Petri, los expertos generaron células nerviosas en etapa embrionaria, que posteriormente fueron manipuladas para formar células precursoras de los nervios entéricos.
«Hemos probado algunos enfoques diferentes basados en gran medida en la hipótesis de que, si se juntan las células adecuadas en el momento idóneo en la placa de Petri, se sabrá qué hacer. Fue largo, pero funcionó», detalla Wells. Este proceso permitió que las células precursoras de los nervios entéricos y los intestinos crecieran juntas de de forma similar al desarrollo del intestino fetal, “logrando la primera evidencia de la generación de organoides intestinales tridimensionales complejos y funcionales en una placa de Petri, y derivados completamente de células madre pluripotentes humanas”.
Gracias a que los intestinos y nervios diseñados fueron trasplantarlos en un organismo vivo (ratones de laboratorio con sistemas inmunes suprimidos,) los investigadores observaron que “los tejidos funcionan y están estructurados de una manera notablemente similar al intestino humano natural, crecen de forma robusta, procesan nutrientes y demuestran una serie de contracciones musculares ondulatorias que en el cuerpo mueven los alimentos a través del tracto digestivo”.
Como afirman Jim Wells, investigador principal y director del Pluripotent Stem Cell Facility en el Hospital Infantil de Cincinnati y Michael Helmrath “el uso del intestino humano funcional generado por el laboratorio abre una serie de nuevas oportunidades de investigación”. Entre ellas, está la posibilidad de llevar a cabo estudios sobre salud nutricional, diabetes, enfermedades intestinales graves, incluso cambios bioquímicos en el cuerpo producidos por la cirugía de pérdida de peso mediante bypass gástrico.
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Fuente e información: http://bit.ly/terapia-enfermedad-Hirschsprung