El trasplante de células madre ha demostrado ser una estrategia terapéutica muy prometedora en el tratamiento del ictus. En concreto, las células madre mesenquimales de la sangre del cordón umbilical (CMM-SCU) tienen un gran potencial como agentes terapéuticos en el tratamiento de trastornos neurológicos, debido a que son fáciles de obtener y cultivar y tienen una elevada capacidad proliferativa.

Por este motivo, científicos de la Universidad Católica de Corea están estudiando el método más eficaz y seguro de administrar las CMM-SCU como terapia después de un accidente cerebrovascular.

Los investigadores indican que las células madre podrían usarse para reemplazar las neuronas perdidas y restaurar sus funciones. Han demostrado que las células madre de SCU son más ventajosas que las procedentes de la médula ósea en términos de obtención de células, almacenamiento y trasplante. Además, en estas últimas su número y capacidad de diferenciación disminuyen significativamente con la edad, mientras que las procedentes de SCU no. Características que hacen a las células madre de SCU candidatas idóneas para las terapias génicas, para generar tejidos dañados debido a su alta capacidad proliferativa y de diferenciación en múltiples linajes celulares, así como su capacidad de migrar a los órganos lesionados.

Con este estudio pretenden encontrar el mejor método para aplicarlas, aquel que sea menos invasivo para el paciente y consiga que la mayoría de las células trasplantadas migren a la zona del cuerpo afectada.

Se comparan dos métodos de administración en ratas: por vía intratecal y por vía intravenosa. Se administran 1×10 6 CMM-SCU 3 días después del accidente cerebrovascular inducido, y se estudia en ambos casos la presencia en el área afectada, la supervivencia y la diferenciación, así como la recuperación de la coordinación a los 7, 14, 21 y 28 días después de la isquemia.

Los resultados indican que la administración intratecal de CM-SCU es el tratamiento más útil y viable en las lesiones cerebrales, ya que hay un mayor número de células que migran al área lesionada, sobreviven más tiempo, y expresan marcadores neuronales. También se observa que mediante la aplicación de CMM-SCU mejora significativamente la función motora y se reduce el daño isquémico, comparado con los animales que no han recibido el tratamiento.

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